domingo, 11 de julio de 2010

Solaris: Inquietante viaje al centro de lo inimaginable.

Película: Solaris (Солярис (Solyaris) URSS, 1972)
Director: Andrei Tarkovsky
Actores: Donatas Banionis, Natalya Bondarchuk, Jüri Järvet, Anatoli Solonitsyn, Vladislav Dvorzhetsky, Nikolai Grinko, Sos Sargsyan.

Crítica: La incursión de Tarkovsky en la ciencia ficción es otro más de los ejemplos de la genialidad de este autor con un filme estupendo.
Kris Kelvin (Donatas Banionis) es un científico que viaja a la estación espacial del planeta Solaris para investigar la muerte de uno de los tripulantes, además de verificar si es cierto que en la estación están sucediendo unas manifestaciones totalmente extrañas.
En su tercer filme, Andrei Tarkovsky cambia al color en una película de ciencia ficción basada en la novela de Stanislaw Lem y escrita por él y Fridrikh Gorenshtein logrando un resultado realmente impresionante para el género, que quizás no trasciende tanto de él como en Andrei Rublev o La Infancia de Iván, pero logra hacer una excelente adaptación en un producto muy llamativo, con una impresionante carga de suspenso que se sobrelleva por los elementos narrativos (una estructura narrativa compleja y redonda), los técnicos (decorados que aumentan la confusión, una iluminación sorprendente, cambios del color al blanco y negro), su capacidad que sus películas trasciendan del tiempo por medio de escenas largas pero atrayentes y una dote actoral sorprendente para que la historia sea creíble y perturbadora. Además Tarkovsky a través de estos elementos hace una reflexión sobre el amor y sus límites, un afecto hacia lo conocido y el miedo a lo desconocido y esto se muestra a lo largo de la cinta hasta el increíble final. Tal vez sea una especie de respuesta a 2001: Odisea del Espacio, como muchos dicen, y tal vez lo sea pero muy al modo de Tarkovsky y con historias distintas.


Las actuaciones son estupendas y a pesar de lo complejos y extraño de todos los personajes logran hacerlos creíbles sin llegar al cliché, destacaría del cast a dos actores: a Natalya Bondarchuk y a Anatoli Solonitsyn.
La dirección fotográfica de Vadim Yusov tiene muy buenos movimientos y planos que con los sets del diseñador de producción Mikhail Romadin y los efectos especiales logran que visualmente se apoye a lo confuso pero grandioso de la historia además de mostrarnos un futuro no demasiado prometedor, innovador, pero no tan hermoso (a destacar la toma de la ciudad futurista que es hipnótica).


La música de Eduard Artemyev es una excelente composición psicodélica que juega un papel importantísimo en el impacto del espectador, y el uso de “Ich ruf' zu dir, Herr Jesu Christ" de Bach le da un toque más dramático a la película.
Estados Unidos realizó un remake muy regular 30 años después que no tiene caso ver.
En conclusión Solaris es una película compleja que todo cinéfilo debe ver, ya que es una obra cumbre de la ciencia ficción, del cine ruso y otra obra maestra del gran Tarkovsky.

Calificación:

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