viernes, 9 de julio de 2010

Andrei Rublev: Ícono Cinematográfico.

Película: Andrei Rublev (Андрей Рублёв (Andrey Rublyov), URSS, 1966)
Director: Andrei Tarkovsky
Actores: Anatoli Solonitsyn, Ivan Lapikov, Nikolai Grinko, Nikolai Sergeyev, Nikolay Burlyaev, Irma Raush.

Crítica: Este filme es una de las más impactantes manifestaciones artísticas en el séptimo arte, un monumento cinematográfico.
La cinta narra las vivencias del santo Andrei Rublev, el famoso monje ortodoxo pintor del siglo XV. Andrei Rublev, a traves del proceso que le llevó pintar templos se desdibuja una serie de acontecimientos que marcaron a Rusia en esos tiempos como las invasiones tártaras y la caza de herejes por la iglesia Ortodoxa.
Esta película ha sido una de las más difíciles de criticar por mi parte, pues no tengo muchas palabras para describir que lo que ví es una de esas películas que se quedan en tu cabeza todo el tiempo sin entender lo maravilloso de aquellas imágenes; es una película bellísima por su dureza provocando un profundo catársis ético y una grandiosa clase de lo que es el cine sin ninguna palabra a través de maravillosas escenas, ninguna que dejará inconforme e insatisfecho a nadie. Andrei Tarkovsky demuestra en su segundo filme lo que es la maestría y que a traves de un artesano da muestra de su arte: escenas simples pero de lo más llamativas; un guión de él y Andrey Konchalovskiy impecable que si Shakespeare escribiera guiones estos rusos no le deberían nada al inglés, y en el que se lanza una teoría etico-religiosa-social que a muchas mentes cerradas no les agradará pero que es magnífica, hay que decir que algo confusa (agradezco a la época de los dvd’s y el botón de regresar y pausa para poder comprender y reflexionar), pero magnífica. Agradecer también a Tarkovsky el mostrarnos un episodio complejo de la historia de su país, de varios contrastes.


Las actuaciones de todo el reparto son fenomenales, no recuerdo ninguna sobreactuada o alguna que dejará a deber, pues todo el cast realizó un trabajo que hace que te creas toda la trama. Aunque los que se llevan las palmas son Anatoli Solonitsyn como Rublev que logra darle una gran credibilidad a un personaje tan interesante que planteó Tarkovsky (pues no se sabe mucho del real Rublev) y que logra infundirte todas sus emociones, al igual que Ivan Lapikov quien es un villano muy complejo y fuera de lo común; destacable también es el jovencito Nikolay Burlyaev (sí, el que protagonizó La Infancia de Iván) que en su no tan larga participación en la cinta logra igualar la atención que tenemos por Andrei Rublev.
La dirección fotográfica de Vadim Yusov logró que cómo dije anteriormente Tarkovsky quería que a través de simples pero buenos encuadres en variados puntos tanto terrestres como aereos provocar que el cerebro las capte de una forma asombrosa, también a destacar el impresionante uso de la cámara lenta.


La música de Vyacheslav Ovchinnikov es de igual manera asombrosa, logra darle una mayor complejidad a la cinta con cansadas piezas pero a la vez bella, que nos inmiscuyen en un misterio de pensamiento histórico del protagonista.
A destacar también el diseño de producción de Yevgeni Chernyayev, Ippolit Novoderyozhkin y Sergei Voronkov que te logran transportar al medievo, un medievo injusto y no tan alejado de una sociedad que actualmente continúa reprimida pero siempre con fé.
Pues al final me salió la inspiración y las palabras: La representación que hizó Tarkovsky de un santo es también la canonización de su obra y su nombre.

Calificación:


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