martes, 27 de julio de 2010

La ilusión viaja en tranvía: Con ruta a los ideales.

Película: La Ilusión viaja en Tranvía (México, 1954)
Director: Luis Buñuel
Actores: Lilia Prado, Carlos Navarro, Fernando Soto, Agustín Isunza, Miguel Manzano.

Crítica: Buñuel nos embarca de nuevo en un transporte sólo que esta vez con consecuencias muy distintas.
El "Caireles" (Carlos Navarro) y el "Tarrajas" (Fernando Soto) son dos trabajadores de la empresa de tranvías de la Ciudad de México. Cuando arreglan el tranvía 133, recibirán la noticia que el vehículo no iba a circular más, por lo que el coraje y unas cuantas copas en una pastorela, deciden robarse el tranvía para así darle por la noche el uso que hubiera tenido; pero junto con Lupita (Lilia Prado), hermana del "Tarrajas" y que pretende el "Caireles", la última salida del 133 parece no ser lo que esperaban.
Don Luis Buñuel, al igual que en Subida al Cielo, pone como punto inicial un transporte público como mero centro de una gran serie de acontecimientos; en esta ocasión, a diferencia de la antes mencionada, utiliza la comedia para abrirle el paso a una aventura de lo más entretenida y enredosa, y un drama romántico con un simbolismo erótico muy bien guardado pero interpretado muy bien. Además aquí se destacan varías de las clásicas ideologías que mete en sus historias Buñuel de las distintas caras de la moneda de la sociedad mexicana a través de las creencias religiosas y las ideologías políticas haciendo un punto reflexivo del capitalismo como se ha visto en cintas como Metrópolis y Tiempos Modernos, por lo que podríamos decir que esta es la película industrial de Buñuel con las ; esto en base en un guión de Mauricio de la Serna, José Revueltas, Mauricio de la Serna, Luis Alcoriza y Juan de la Cabada, que de nuevo le da junto con el gran Revueltas una gran fidelidad a la forma de hablar del mexicano de los 50's con muy buenas frases.


El reparto protagonista realiza muy bien su caracterización: Prado, bellísima como siempre regalándonos sus encantadoras piernas y un papel duro pero no tanto; Navarro, romántico e idealista que no aparenta su edad junto con Soto hacen una especie de Gordo y Flaco, donde este último en ratos le roba cámara al Flaco por unos muy buenos y ocurrentes diálogos. En el resto del cast hacen un bueno pero no destacable trabajo y algunos niños sobreactuaron bastante.
La dirección de fotografía de Raúl Martínez Solares es muy buena y logra que el espectador se sienta dentro del tranvía como un pasajero más, fuera de él realiza buenos movimientos. La música de Luis Hernández Bretón es poca y probablemente hubiese sido recomendable musicalizar más, pero lo que si hay es efectivo para las escenas.
No es mala idea ver esta película en la que de nuevo Buñuel nos demuestra que puede con cualquier tipo de cintas.

Calificación:

No hay comentarios: