lunes, 3 de septiembre de 2012

El Fantástico Mundo de Juan Orol: Excelencia involuntaria.

Película: El Fantástico Mundo de Juan Orol (México, 2012)
Director: Sebastián del Amo.
Reparto: Roberto Sosa, Gabriela de la Garza, Ximena Gonzalez-Rubio, Jesús Ochoa, Roger Cudney, Jorge Zamora.

-CRÍTICA CONTIENE SPOILERS-

Crítica: En estos tiempos en que la calidad del cine mexicano está renaciendo en jóvenes promesas, Sebastián del Amo resucitó a uno de los más peculiares cineastas que ha tenido él país para rendirle un original y divertidísimo homenaje a la cinematografía nacional.
Juan Orol, nacido en Galicia a fines del siglo XIX huyó a Cuba de niño y después a México. Orol trabajó de todo, intentó desde bailarín, beisbolista, boxeador y policía hasta que se dio cuenta que su vocación se encontraba en el cine, un mundo en el que encontraría la fama y mujeres. Lo que no contaba es que su historias de gangsters y rumberas no emocionarían al público y lo convertirían en el peor director del cine mexicano.
Sebastián del Amo, sobrino nieto del director Antonio del Amo, respetuosamente toma la figura de Juan Orol, para hacer de él una excelente película en la que se homenajea y a la vez satiriza el cine mexicano particularmente claro, el cine de Juan Orol, que creo que actualmente hay peores directores que el mencionado pero que sin duda el mote de surrealista involuntario nadie se lo quita y que títulos como Gángsters contra Charros, Zonga el Angel Diabólico o El fantástico mundo de los hippies muestran ese "surrealismo". Si bien por la sinopsis nos podemos remitir directamente a una de las obras maestras de Tim Burton, Ed Wood (sobre el peor director que ha tenido Hollywood, y muy contemporáneo a Orol), Del Amo tira esa suposición desde los primeros minutos mostrando un diferente estilo visual y narrativo en donde la vida de Orol cambia de formato conforme va pasando los años, así el niño Orol es presentado en una versión muda y sepia, pasando por su juventud y madurez al blanco y negro con sonido y terminando con un vintage colorido en la senectud del cineasta. Pude platicar con el director en Guanajuato (ciudad en la que se filmó la cinta junto a el Distrito Federal) y creo que afirmó mi teoría en la que exageró los aspectos técnicos y narrativos para brindarnos una intencionalmente sobreactuada película como Juan Orol la hubiera hecho, con escenas que rayan en lo increíble (aunque bien hechas) y que divierten al público a carcajadas de una manera muy justa, mucho más que la cinta de Tim Burton.