miércoles, 23 de junio de 2010

El Gran Dictador: El Chaplin antifascista.

Película: El Gran Dictador (The Great Dictator, EUA, 1940)
Director: Charles Chaplin
Actores: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Reginald Gardiner, Henry Daniell, Maurice Moscovitch, Billy Gilbert, Jack Oakie.

Crítica: Este filme es una más que fina farsa en la que Chaplin se mofa y crítica al fascismo de una forma poco vista.
La historia transcurre entre las dos guerras mundiales y en dos personajes distintos: un barbero judío (Charles Chaplin) residente en el país ficticio Tomania que en la primera se convierte en el salvador de un dirigente muy importante (Reginald Gardiner), pero en la salvación pierde la memoria hasta recuperarse 20 años después, cuando Tomania es dominada por la dictadura de Adenoid Hynkel (Chaplin de nuevo), un ser siempre en busca de la superioridad de él y de la raza aria a la costa de lo que sea, inclusive maltratar a los judíos y con deseos de estallar una guerra para dominar el mundo. Cuando se entrecruzan la vida del Dictador y del Barbero, Tomania sufrirá una serie de cambios políticos y sociales.
Volviendo a tocar el cine bélico desde Armas al Hombro (1918) e incitado por un comentario en contra de él en un libro antisemita nazi y con el gran parecido entre Hitler y él, Chaplin crea otro trabajo de proporciones monumentales, donde da una increíble representación crítica del fascismo, y sobre todo del gobierno nazi, exponiendo lo mal de aquella ideología política y además de dar un mensaje antibelicista conmovedor sin dejar de producir una gran cantidad de gags efectivos destinados a burlarse de un sistema político y de lo ridículo de la guerra. La película es la primer totalmente sonora de Chaplin y logra por medio de excelentes y memorables escenas hacer un muy buen equilibrio técnico y narrativo. Este trabajo y sobre todo su conmovedor mensaje fue el que desembocó en el principio de lo que sería su exilio pues tuvo problemas con Comité de Actividades Antiestadounidenses, pero que mejor que un autor desafie a los sistemas para transmitir lo que siente.


Las actuaciones son más que sorprendentes: Chaplin en doble papel logra hacer una parodia increíble de Hitler además de su físico en su forma de ser, exagerándolo de gran manera; otra increíble parodia es la de Jack Oakie que hace referencia a Mussolini, un papel memorable que estalla en la discusión entre el y Hynkel; Paulette Goddard en la segunda y última actuación en un filme de su aún esposo (aunque ese mismo año se divorció de él) junto con Reginald Gardiner, Henry Daniell, Maurice Moscovitch crean una actuación más que convincente.
La dirección de fotografía de Roland Totheroh y Karl Struss logra hacer buenas tomas con muy buen dinamismo que sigue creciendo en las películas de Chaplin.
La música también de Chaplin y Meredith Willson es más que efectiva pues las situaciones que se muestran en la cinta son excelentemente bien musicalizadas y la pieza del final es más que emotiva.
Chaplin sigue evolucionando y con este gran filme antibelicista una vez más vuelve a colocar un nuevo vértice en su pirámide fílmica.

Calificación:

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