martes, 6 de abril de 2010

Crepúsculo de Tokio: Largo retrato de la sociedad japonesa de los 50’s.

Película: Crepúsculo de Tokio (Tokyo boshoku, Japón, 1957)

Director: Yasujiro Ozu
Actores: Ineko Arima, Setsuko Hara, Chishû Ryû.

Crítica: Es una cinta que tiene una muy buena historia, pero no se concretó de la manera correcta.
Akiko Sugiyama (Ineko Arima) es una muchacha que no conoció a su madre que la abandonó a ella, a su hermana Takako (Setsuko Hara) y su padre (Chishû Ryû) cuando todavía era una bebe, por lo que se forjó un carácter muy duro. Pero cuando se da cuenta que está embarazada, enfrentará problemas que nunca había llegado a imaginarse.
Yasujiro Ozu demuestra un estilo muy interesante a la hora de filmar sobre todo en el aspecto visual, pero en el narrativo con el guión de él y Kôgo Noda se extendió demasiado en tiempo, ya que la historia, que pudo concretarse perfectamente en una hora y media y en la que igualmente se hubiera hecho un excelente análisis de la sociedad japonesa de los 50’s con el contexto familiar, al tener una duración de dos horas y veinte minutos provoca que las situaciones mostradas en la cinta flaqueen y lleguen en ciertos momentos a aburrir. Como dije, el aspecto visual es excelente, al igual que la dirección de actores, pero como dije el principal fallo que provoca que la cinta no quede en lo excelente sino en lo muy bueno es el mal ritmo de la cinta.


Como dije antes las actuaciones en general son muy buenas y en las que los protagonistas crean de excelente manera sus personajes; Ineko Arima en el papel principal llega a reflejar todos los sentimientos encontrados que posee el personaje, Setsuko Hara igualmente logra una interpretación muy efectiva, pero el que realmente se lleva las palmas en la actuación es Chishû Ryû quien logra rescatar muchos minutos del sobrante metraje.
La dirección de fotografía de Yuuharu Atsuta es lo mejor de la cinta, ya que con sus cuadros sin movimiento, logra mostrar el paisaje minimalista del Japón moderno, logrando realzar su arquitectura y el diseño de producción, además de transmitir un poco esa sensación de soledad en los protagonistas.
La música de Kojun Saitô, al ser un poco escasa también colabora en el problema del ritmo, y siento que pudo haberse explotado más, ya que las pocas piezas de la cinta son muy buenas.
En los demás aspectos técnicos sobresale el diseño de producción que no tuvo crédito en la cinta.
Como dije anteriormente es una buena historia en un regular montaje.

Calificación:

No hay comentarios: