Director: Lars von Trier
Actores: Willem Dafoe, Charlotte Gainsbourg, Storm Acheche Sahlstrøm..
Crítica: Es una obra maestra de este gran director, terrible pero a la vez bella.
Dividida en capítulos, la cinta narra la historia de dos personas que pierden a su hijo (Storm Acheche Sahlstrøm) de manera brutal. La esposa (Charlotte Gainsbourg) es la más afectada y el esposo (Willem Dafoe), al ser psicologo busca en ella la manera que supere la pérdida, así que se dirigen a un bosque para que ella pueda superar la muerte de su hijo y a la vez logre eliminar sus miedos, pero esto traera consecuencias insospechadas para ambos.
Siendo sinceros, es la primera vez que veo una cinta de Lars von Trier, conocía su estilo narrativo y visual, y lo que había escuchado de él quedo plasmado en esta cinta de gran manera; ya que en esta cinta que él mismo escribió se logra hacer un equilibrio magistral entre historia e imagen. Lars von Trier logra sobrellevar una historia tan dura a través de una estética visual fascinante (El prólogo es una de las escenas mejor hechas que he visto). A través de esas excelentemente bien hechas escenas pero llenas de oscuridad, sexo explicito, desnudos, y mucha pero mucha sangre, von Trier también hace una reflexión sobre la naturaleza y la maldad en el hombre, tocando el punto más desequilibrante de este provocando una gran perturbación en el espectador. Quizá el error de la cinta es que de repente se pierde el ritmo en algunas escenas.
Las actuaciones tanto de Willem Dafoe como de Charlotte Gainsbourg son impresionantes; además que los dos llevan solos la película (salvo pequeñas intervenciones de Storm Acheche Sahlstrøm), logran convencer en unos personajes complejos que presentan una muy interesante metamorfosis a lo largo del filme, además de ser tan valientes al mostrarse “como Dios los trajo al mundo” (sobre todo Gainsbourg) y crear escenas tan explicitas y sanguinarias. Definitivamente la Palma de Oro a Mejor Actriz si se la merecía Gainsbourg.
La música original (de la cual no encontré el autor) favorece a crear una gran tensión en el espectador y la canción 'Lascia ch'io pianga' de la opera Rinaldo de Georg Friedrich Händel, usada para el prólogo y el epílogo favorece a mostrar que lo que vamos a ver y lo que vimos es una combinación de preciosismo gore.
La dirección de fotografía de Anthony Dod Mantle (quien había trabajado anteriormente con von Trier) es lo mejor de la cinta, quien usando diversas técnicas (blanco y negro, color, cámara lenta, camara en mano, escenas estáticas, etc) logra crear junto con la edición de Åsa Mossberg y Anders Refn y los efectos visuales y especiales, una de las mejores experiencias visuales en el sentido artístico que se ha visto últimamente.
Por ultimo vale mencionar que la cinta está dedicada a Tarkovsky, de quien relacioné el estilo visual y me recordó a su frase: “El pensamiento es efimero, la imagen absoluta”.
Es una cinta que cualquier cinéfilo que no sea de mente cerrada debe ver, es una experiencia cinematográfica de lo más interesante.
Calificación:
1 comentario:
Hola, coincido contigo en que es una obra maestra. Es una mezcla un tanto bizarra de perturbación y belleza. ¿Pero no somos acaso eso los seres humanos: un híbrido de mostruo y artista?. Me gustó mucho la simbología religiosa de la mujer como encarnación del mal y como la protagonista se extirpa el clítoris buscando exorcizar esa maldad que descubre en sí misma. Esta película no es para mentes mezquinas ni moralmente falsas.
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