viernes, 2 de diciembre de 2011

Melancolía: Bello apocalipsis.

Película: Melancolía (Melancholía, Dinamarca-Suecia-Francia-Alemania, 2011)
Director: Lars Von Trier.
Reparto: Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Alexander Skarsgård, John Hurt, Charlotte Rampling, Stellan Skarsgård, Udo Kier, Cameron Spurr, Brady Corbet.

Escucha la música mientras lees la crítica.


-CRÍTICA CONTIENE SPOILERS-

Crítica: Tras Anticristo (2009), Von Trier hace un giro de 180 grados para crear una historia menos estresante y más amplia, pero la esencia visual y narrativa de dicha joya se maximiza en Melancolía, un destello de belleza y amargura en el que el fin del mundo es íntimo y onírico.

El filme está compuesto de tres partes, el primero un prólogo onírico, el segundo dedicado al personaje de Justine (Kristen Dunts) y el último al de Claire (Charlotte Gainsbourg). Es el día de la boda de Justine, pero al llegar a ella parece que todo el mundo conspira en su contra. A esto se une el hecho que un planeta llamado Melancholia está a punto de pasar al lado de la tierra y hay incertidumbre si el planeta va a chocar con el planeta Tierra y destruirlo.

Lars Von Trier, quién escribió también la cinta, logra con este filme deshacerse de toda la presión y estrés que le había ocasionado Anticristo, puesto que los límites que le había puesto y el peso de la cinta hasta el espectador lo recaía. En esta ocasión nos vuelve a presentar una historia en la que un fenómeno es el reflejo de que los humanos nos destruimos por dentro, nos convertimos monstruos de las ambiciones, pretensiones, vanalidades, falta de confianza, intereses propios, traiciones, entre otros, provocan una bomba de tiempo reflejado en la boda de Justine que termina siendo un desastre y detona una poderosa Melancolía en la protagonista, tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada (Definición de la RAE), en el caso de Justine destruye sus relaciones salvo la de su hermana y se refugia en un fenómeno astronómico para escapar. En el segundo capítulo nos muestra el miedo al cambio, el miedo a enfrentarlo y huir de él, la desesperación por ello, ésto representado por Claire y John (Sutherland). Pero ante todos estos monstruos, lo último que muere es la esperanza y la unión. Esa mezcolanza hace que el filme de Von Trier nos deje con un sentimiento extraño sentimental. Quizá el único problema es que en ocasiones la trama se torna un poco pesada y cansada, pero cualquier amante del séptimo arte lo dejará pasar pues se permanece inmóvil por la estética.


Todo lo que se habló anteriormente no se podría llevar a cabo sin el onírico trato estético que le da Von Trier a la obra, pues el ver escenas tan bellas visualmente pero terribles narrativamente hablando, el impacto es instantaneo. El prólogo de la obra, al igual que el de Anticristo (sólo que en esta ocasión es un sueño, no un hecho) es brillante, deja a uno en shock  e hipnotiza por el resto del metraje. Desde ese momento Von Trier demuestra también que sigue haciendo tributos a Tarkovsky, pues la pintura The Hunters in the Snow de Pieter Bruegel the Elder (1565) también jugó papel importante en Solaris, aparece un caballo cayendo como en Andrei Rublev, se presenta una temática parecida a Offret y a Nostalghia y los protagonistas tienen un fuerte problema existencial.

El filme reúne un reparto espectacular lleno de grandiosos actores que en ningún momento ninguno se roba la cámara al otro, y el trío protagonista (Dunts, Gainsbourg, Sutherland) realiza uno de sus mejores papeles, en particular Dunts que nunca se le había visto tan natural, bella y con tanto potencial. Muy justo el premio a Mejor Actriz para ella en Cannes, mismo reconocimiento que obtuvo Gainsbourg dos años atras y que refrenda su calidad actoral. Sutherland se deshace del estereotipo de actor de acción con esta cinta. La intervención de John Hurt, Charlotte Rampling, Stellan Skarsgård y Udo Kier es una delicia también. Quién pudo haberle dado más potencial a su papel fue Alexander Skarsgård.



La dirección fotográfica del chileno de nacimiento pero danés de corazón Manuel Alberto Claro es brillante, con una exquisita paleta de colores diferencia con tonos cálidos el primer capítulo y el segundo con tonos fríos influyendo en la melancolía de los personajes y que se adapta al espectador, además que le da una estética pictórica a cada cuadro complementado por la dirección de arte de Simone Grau y el diseño de producción de Jette Lehmann. Además la cinta se filma en dos maneras, una con mucho manejo de cámara en mano que nos traslada a la acción real; y la que es a tomas fijas en los momentos más oníricos, como si se trataran de pinturas en movimiento.

La música de la cinta consiste en la repetición del Preludio de Tristán e Isolda de Richard Wagner, que mezcla el miedo, la tristeza, la incertidumbre y belleza que tiene la cinta, una pieza que llena de poder al filme al igual que Also Sprach Zarathustra de Strauss a 2001: Odisea en el Espacio.

Hablando de otros aspectos técnicos la edición de Morten Højbjerg y Molly Marlene Stensgaard es efectiva y ayuda a darle en ocasiones un lado documental a la cinta, aunque en ocasiones siento que hay cortes algo bruscos. Igualmente son notables los efectos visuales y especiales de Kim Asmussen y Oliver Arnold que realizan un trabajo fenomenal sobre todo en las escenas espaciales. Muy bueno el hecho que el planeta Melancholia era azul pues se hace relación con el planeta de la pintura renacentista homónima de Giovanni Bellini. 

Como datos extras, la cinta iba a ser protagonizada por Penélope Cruz, pero la noticia que provocó polémica en la película fue la declaración que hizo Von Trier en Cannes al hacer público su apoyo a la ideología de Hitler, declaraciones que despues lamentó pues le acarreó ser considerado persona non grata durante el festival. Pero no hay que llevarnos por éstos, hay que llevarnos por el poder de la cinta y no por la polémica ya típica en el director, quien en un momento se declaró Dios.

Como conclusión esta es una película en la que los sentimientos se encuentran y se expresan más allá de lo que podíamos creer a través de una joya del arte contemporáneo con imágenes absorbentes. Te dejará confundido, enamorado, deprimido e impactado. De lo mejor del 2011.



2 comentarios:

Fradique dijo...

"Also Sprach Zarathrusta" was not composed by Richard Wagner, but by Richard Strauss.

Gerardo Mendoza dijo...

Oh, that's true, sorry, it was a confusion because the name is the same. Fixed. Thank you.