martes, 9 de febrero de 2010

Las Fórmulas del Cine.

El otro día escuche en un programa muy popular de radio, que mucha gente comparaba a Avatar (James Cameron, 2009) con Pocahontas (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995) por el parentesco de esta. Y me puse a pensar que porqué comparar dos películas que tienen la misma estructura en la historia, cuando hay montón de películas con una historia muy semejante a Avatar, Pocahontas y demás, y yo a ese tipo de historias similares como una formula del cine. En este artículo les comparto las dos fórmulas más importantes en el medio cinematográfico. Advierto que este artículo cuenta con muchos spoilers.


Fórmula del Héroe Arrepentido:

Esta fórmula es en la que entrarían Avatar y Pocahontas, y el punto central en la historia es que una persona llega a un lugar por azares del destino, al principio no le tiene un mínimo sentimiento a ese lugar o a los habitantes de este. Con el tiempo va adquiriendo enseñanzas y aceptación por parte del lugar que tanto odiaba y al final lucha por la protección de este. Si les sonó esta historia quizá recordaron a cintas clásicas como La Misión (Roland Joffé, 1986), Lawrence de Arabia (David Lean, 1962), Atrapado sin Salida (Milos Forman, 1974), Nido de Ratas (Elia Kazan, 1954) un poco Espartaco (Stanley Kubrick, 1960) y algunas más como El Último Samurai (2003) y Diamantes de Sangre (2006), estas dos últimas de Edward Zwick y hasta la comedia Una Noche en el Museo (Shawn Levi, 2006). Esos son algunos ejemplos pero podría nombrar más.



Fórmula del Ascenso y Caída:

Esta fórmula quizá es la más usada en el cine sobre todo en el cine de gángsters y en algunas de aventuras. La trama de estas cintas normalmente es de un hombre que poco a poco lucha hasta tener el mayor poderío de un sistema (gubernamental o económico primordialmente) hasta que los vicios o una serie de circunstancias terminan dejándolo sin ese poder, algunas veces tiene un final feliz, otras no. Esta fórmula completa se ha usado en cintas clásicas como El Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), la saga de El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972, 1974, 1990), las dos versiones de Scarface (la de Howard Hawks de 1932 y la de Brian de Palma de 1983), Buenos Muchachos (Martin Scorsese, 1990), Casino (Scorsese, 1995), El Último Hombre (F.W. Murnau, 1924), Érase una Vez en América (Sergio Leone, 1984. A esta formula si se le quita o disminuye la caída, logrando que con este ascenso a un poder el protagonista logre salvar algo podríamos referirnos a sagas como Harry Potter y El Señor de los Anillos.

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