lunes, 4 de enero de 2010

2012: Impresionantes efectos y un poco más que eso.


Película: 2012 (EUA-Canadá, 2009)

Director: Roland Emmerich
Actores: John Cusack, Chiwetel Ejiofor, Danny Glover, Woody Harrelson, Amanda Peet, Thandie Newton.

Crítica: Es una película que cumple con entretener, aunque a Emmerich ya se le perdió la chispa intelectual de sus desastrosas películas (refiriéndome a la historia).
La cinta nos sitúa en el 2012 donde al parecer las explosiones solares han aumentado y provocado que la corteza terrestre tenga una inestabilidad tremenda, ante eso unas cuantas personas, todas ricas y poderosas, saben de este hecho y lograran salvarse yendo a unas naves pero los que no lo saben tendrán que vivir el Apocalipsis de la tierra, situación que se profetizó en el calendario maya. El escritor Jackson Curtiz (John Cusack) por azares del destino conoce esta información confidencial por un freak (Woody Harrelson), y hará lo posible por formar parte de la tripulación de los que queden de la raza humana.
Como dije antes, Emmerich sabe cómo entretener al público palomero, incluso yo me entretuve, con una historia muy simple que no tiene mucho de cierto (y que ni siquiera intenta que nos la creamos) y que termina por convencer con unos impactantes efectos especiales (que son lo más rescatable y merece la nominación al oscar), aunque ha tenido trabajos que han gustado más como Día de la Independencia o El Día Después de Mañana. En 2012 su exageración llegó al límite, ya que los hechos que se relatan podrían suceder en millones de años, quizá por la influencia que le dejo 10,000 A.C., una cinta terrible, pero volviendo a 2012 lo peor que pudo haber hecho fue que se hablo de la profecía maya al menos 10 segundos, aunque hay que agradecer que no hubieran puesto como el calendario maya el azteca (cosa que pusieron en el trailer); pero sí era necesario mencionarlo más para darle una mayor credibilidad al público. Quizá no hablaron de la profecía maya ya que esta nunca menciona el fin del mundo, sino una nueva era.




Las actuaciones son aceptables, y John Cusack puede estar muy contento ya que ha sido su actuación protagónica más rentable. Lo mejor de las actuaciones se lo llevan Danny Glover interpretando a un presidente de raza negra (¿coincidencia o destino?) que aunque sea un personaje totalmente de cliché Danny Glover lo actúa bien; y Woody Harrelson, quien con su personaje logra que la película salga un poco a flote narrativamente hablando.
La música de Thomas Wanker y Harald Kloser no aporta mucho aunque son buenas partituras para incrementar la tensión en las escenas de peligro.
La fotografía de Dean Semler junto con los impresionantes efectos es lo mejor de la cinta, pues muestra muy bien los paisajes que rodean a la cinta y tiene buenos encuadres para las escenas.
Es una divertida película que no tardará mucho en irse al olvido ya que no aporta nada al género y será una decepción más para los que creiamos que Emmerich podría recuperar un poco lo que hizo en Día de la Independencia, aunque es bueno decir que no dejará de entretener nunca.

Calificación:


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