viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Que Viva México!: Un país convertido en obra de arte.

Película: ¡Que Viva México! (Да здравствует Мексика!, URSS-México-EUA, 1930-1932)
Director: Sergei M. Eisenstein.

Crítica: Este filme es sin lugar a dudas una Obra de Arte en toda la extensión de la palabra en la que es fielmente representada la cultura mexicana a los ojos de Eisenstein.
El filme que mezcla escenas documentales y de ficción se encarga de mostrar algunas de las tradiciones mexicanas en ese tiempo.
Primero nos encontramos con un prólogo en el que se muestra lo relacionado al México Prehispánico, sus pirámides, esculturas y arte. Esta parte, rodada en su mayoría con planos fijos donde la simetría y la asociación de las estructuras antiguas con los mexicanos son increíbles, desde ese momento el filme comienza a atraparte.
Después le sigue el primer episodio titulado Sandunga en el cual se recrean los pasos para realizar una boda en la comunidad indígena de Tehuantepec, Oaxaca. La secuencia es impresionante donde destacaría las transiciones de algunas escenas (Spoiler: El collar que decidirá el momento en que la mujer se casará hace una transición con un hombre en una hamaca en la misma forma que el collar).
El siguiente capítulo, nombrado Fiesta sigue las diferentes celebraciones a la Virgen de Guadalupe, en donde se hace una reflexión de la conquista, la perdida de las creencias prehispánicas masacradas por el catolicismo y donde las imágenes de los sacerdotes se tornan tenebrosas por la forma en que están filmados, mostrando más a demonios que a ministros de la iglesia. Igualmente en este capítulo se muestra el proceso que lleva una corrida de toros en México, en donde las secuencias están tan bien filmadas que logran sentir la emoción de la tauromaquia y las tomas desde el punto de vista del toro son igualmente sorprendentes.
Le sigue el episodio más emocionante y sorprendente titulado Maguey en el que se representa un episodio del porfiriato dentro de las haciendas, donde se muestran los abusos de los hacendados con sus peones (más bien esclavos). Esta parte deja anonadado a cualquiera por la crueldad con que es representado este episodio filmado impecablemente y donde la escena final es memorable (bueno, un poco más que lo memorable que es este filme).



Tras él le sigue Soldadera, que no logró ser filmado (más adelante explicaremos las causas) pero fue realizado por medio de fotografías de la Revolución Mexicana donde se analiza la posición de la mujer en la revolución, llamadas Soldadera o Adelita, aquellas mujeres que sostenian el rifle y a su bebe en la espalda, y al final del filme hace un llamado a la sociedad mexicana de lo más hermoso que hace que vibre tu cuerpo.
El epilogo es igualmente llamativo en el que se representa el Día de Muertos, tradición meramente mexicana, en donde varios de los personajes anteriores aparecen tras mascaras de calaveras y algunos que tienen máscaras resultan ser esqueletos. Imágenes bellas e impactantes.

Sergei Eisenstein

En lo general Eisenstein y su equipo tradicional, el guionista Grigori Aleksandrov (quien se encargó de realizar el episodio de Soldadera) y el cinefotógrafo Eduard Tisse hacen un trabajo magnífico, lograr transmitir la real esencia de México por medio de escenas tan bien planeadas y tomas colocadas precisamente que se enchina la piel al ver el resultado final el cual heredó mucho al cine mexicano en lo técnico pues Gabriel Figueroa realizó su primer trabajo de operador de cámra en esta película. Lo lamentable es el proceso que aconteció con este filme: La película era producida originalmente por el estadounidense Upton Sinclair, pero sin terminar el rodaje y acabando el rodaje surgieron problemas entre Sinclair y Eisenstein, siendo el primero quien detuvo la filmación e hizo que Stalin ordenara el regreso de Eisenstein y su equipo a la URSS. En 1979 Aleksandrov y Mosfilm (la mayor productora soviética) recuperaron las cintas y la montaron de acuerdo al guión de Eisenstein e insertando imágenes de la revolución para el segmento Soldadera que no logró ser filmado y que hubiese sido increiblemente realizado a la visión de los rusos. Es de notar que los pintores Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros ayudaron en la filmación y el scouting.

Proyección de la película en Guanajuato.

La película auditivamente está narrada por Sergei Bondarchuk y con música de piezas tradicionales mexicanas; pero actualmente se ha realizado la musicalización en vivo de la película, silenciando la partitura original.
La musicalización en vivo le da un tono más experimental a la cinta dando un resultado más que interesante, en la proyección que un servidor vió en Guanajuato la música está compuesta por Ernesto Martínez, un trabajo extraordinario y emocionante.
Es una película que todo mexicano debe ver y por supuesto todo cinéfilo. Los no mexicanos posiblemente les guste más el filme que a los mexicanos. Con este filme puedo decir: ¡Que Viva México! ¡Que Viva el Cine!

Calificación:

No hay comentarios: