jueves, 12 de noviembre de 2009

Vals con Bashir: La guerra jugando en nuestras mentes.


Película: Vals con Bashir (Waltz Im Bashir, Israel-Alemania-Francia-EUA, 2008)
Director: Ari Folman
Actores: Ari Folman, Miki Leon, Ori Sivan, Yehezkel Lazarov, Ron Ben-Yishai.


Crítica: La animación ha tomado parte importante de la representación de la guerra, cintas emblemáticas como Pink Floyd The Wall de Alan Parker, entre otras y recientemente Persépolis, y la película aquí mencionada. Vals con Bashir no es una película más de guerra, que aunque muestre los efectos colaterales de la guerra al igual que varias exitosas cintas, el elemento visual y la forma narrativa hacen de esta cinta una innovadora producción. La cinta, a manera de un documental animado, recrea, junto con el mismo director (Ari Folman), quien también funge en el papel protagónico, su pasado en la guerra del Líbano en 1982, Folman ha perdido el recuerdo de la guerra, y el sueño de un amigo suyo, despierta un sueño en él y la búsqueda de su pasado, el cual fue borrado por el trauma de la guerra. En el guión, Folman crea una historia en la cual mezcla de gran manera el realismo con el surrealismo, la realidad con la ficción, la vida y la significación de la muerte. La cinta no es tan sencilla de digerir, no se puede perder ningún detalle para no perder bien la historia, y muestra imágenes fuertes, las cuales, crean mayor expectación por medio de la animación. Lo que hace novedosa a la cinta es el juego que hace en la mente del espectador, el reunir piezas en un rompecabezas mental donde los sueños y las experiencias juegan un papel equitativo para el entendimiento de la historia, creando un documental con ficción real (sueños), la manera de contar un documental (por medio de la animación, yo definiría a la cinta como un juego animado de la mente.




Al ser un documental y la voz es la misma que de los personajes descritos en la cinta (a excepción de Miki Leon y Yehezkel Lazarov quienes crean a los amigos de Folman, Boaz Rein-Buskila y Carmi Cna'an respectivamente), aunque el proceso a la animación no perdió credibilidad en la historia. La cinta presenta imágenes que quedarán en la memoria como los sueños y alucinaciones y la impactante escena del Vals con Bashir, esto se logró con la gran animación dirigida por Yoni Goodman, muy bien lograda. La música es otro gran elemento, pues recolecta una buena partitura electrónica de mano de Max Richter y canciones ochentenas que hablan de la guerra, dando una mayor recepción a la cinta. En conclusión una película básica en la nueva década que juega un innovador papel para la posteridad.

Calificación



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