sábado, 14 de agosto de 2010

12 Hombres en Pugna: Buscando un veredicto.

Película: 12 Hombres en Pugna (12 Angry Men, EUA, 1957)
Director: Sidney Lumet
Actores: Henry Fonda, Lee J. Cobb, Martin Balsam, Jack Warden, E.G. Marshall, Jack Klugman.

Crítica: Este clásico es sin duda una película importante catedra que el gran cine puede lograrse con elementos muy sencillos.
Un joven de 18 años (John Savoca) ha sido juzgado por haber asesinado a su padre. Ahora es el turno del juzgado decidir si el acusado es culpable o no, decidiendo con ello la vida o la muerte del mismo. La decisión debe ser unánime, de los 12 jueces, 11 dicen que es culpable pero uno (Henry Fonda) opina lo contrario, por lo que será la misión de los 11 de convencer al que difiere o que este convenza a los demás que es inocente.
En su ópera prima en cine (había dirigido varias series de TV), Sidney Lumet se comporta como todo un experto llevando una historia sencilla a niveles altisimos basada en la obra de Reginald Rose (que adaptó el guión) con un estupendo ritmo tomando en cuenta que el 90% de la película se desarrolla en un mismo lugar y logrando con eficacia el retratar por medio de 12 personajes un magnífico análisis sobre la sociedad norteamericana de la época desde los liberales a sus conservadores, las formas de vida de ellos, etc a través de una historia llena de suspenso y tensión en una discusión oral. No hay que decir que es perfecta pero si una obra maestra que llevó a este autor a un estupendo estatus de calidad a partir de ahi y a lo largo de su carrera.


Las actuaciones son muy bien llevadas, cada personaje es un antiheroe salvo el de Fonda, que nos regala una de sus mejores interpretaciones, pero en definitiva las palmas en cuanto a actuación en esta cinta se las daría al también gran actor Lee J. Cobb.
La dirección de fotografía de Boris Kaufman es muy buena para el reducido espacio en el que se desarrolla la historia, logrando atrapar la tensión de los personajes en todas sus expresiones, utilizando muy buenos y variados encuadres.
La música de Kenyon Hopkins no es notable pues está muy ausente en la cinta y no fue muy necesaria por lo que no es un trabajo que merezca alguna importante mención.
Es una película obligada para los cinéfilos y los fanáticos de este director.

Calificación:

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