Director: Andrei Tarkovsky
Actores: Erland Josephson, Susan Fleetwood, Tommy Kjellqvist, Guðrún Gísladóttir, Allan Edwall, Sven Wollter, Valérie Mairesse, Filippa Franzén.
Crítica: La última película de Tarkovsky es un impresionante cierre a la trayectoria de uno de los mayores poetas cinematográficos.
Alexander (Erland Josephson) es un escritor y actor retirado que vive feliz en una cabaña de una pequeña isla con su familia alejado de una sociedad que el considera amoral y descuidada del uso que le ha dado a la tecnología. Cuando la Tercera Guerra Mundial estalla, Alexander buscara que su familia no sufra los estragos de una guerra, sin importar el más grande sacrificio que tenga que realizar.
En esta película escrita solo por él, Andrei Tarkovsky persiste hasta su último filme logrando zafarse de la Unión Soviética para evitar el control que ejercían en su filmografía, trasladándose a Suecia y con la carga del inicio de un cáncer pulmonar realizar un filme sublime (no el mejor de su filmografía pero si para la historia del cine), en el que su estilo narrativo, técnico y moral se unen con la influencia cinematográfica que tuvo para ser lo que fue, pues además de mostrar otra historia en la que analice la situación del hombre con su carácter moral desde varios puntos de vista filosóficos (incluso aquí se habla de Nietzche), de nuevo hace énfasis en mostrar lo maravilloso de la naturaleza y su relación con el hombre y de utilizar los elementos técnicos que lo caracterizan es de destacar lo largas pero perfectamente bien realizadas que son las escenas en las que la naturalidad de la actuación hace que sintamos que estamos viviendo ese momento, pues el carácter de lo teatral trasciende. Como dije anteriormente aquí se luce más que en otro filme la influencia que tuvo Tarkovsky, como Ordet de Carl Theodor Dreyer, Nazarín de Buñuel y varias de Bergman, aunque esto ultimo sea más por el hecho que el crew también participará en cintas de aquel director y que además transcurra en las tierras del sueco.
Las actuaciones están muy bien, quizás quien sobreactua un poco y pierde un poquito la credibilidad es Susan Fleetwood, pero en lo general el cast es muy bien para los personajes que se manejan, en donde destacaría además de Josephson a Tommy Kjellqvist, Guðrún Gísladóttir y Allan Edwall.
La dirección de fotografía de Sven Nykvist es como siempre en los filmes de Tarkovsky estupenda, aquí hay muy buen equilibrio entre tomas abiertas y cerradas, donde las obras artísticas dentro de la casa además de convertirse en testigos de lo sucedido en la película son muy bien exhibidas y la casa misma se transforma en pinturas de una combinación entre lo minimalista y lo rústico, por lo que aquí conviene hablar de los decorados de Anna Asp.
La música usada primordialmente es "Erbarme dich mein Gott" de Bach, y la falta de esta como en Nostalgia provoca un poco mayor pesadez para la cinta, pero en comparación con la otra, El Sacrificio no pierde tanto, pero el uso que se le da a la canción es estupendo y glorifica al principio y al final de la obra. Es un cierre magnifico, de un director que la gente palomera no entendería ni soportaría, pero es un autor con toda la extensión de la palabra y solo me queda decir: ¡Gracias por todo Tarkovsky!
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