Película: Los Descendientes (The Descendants, EUA, 2011)
Director: Alexander Payne
Actores: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause, Robert Forster, Judy Greer, Beau Bridges, Matthew Lillard.
-CRÍTICA CONTIENE SPOILERS-
Desde Pequeña Miss Sunshine, un trabajo tragicómico no era tan bien llevado.
Tras haberse accidentado y caído en un coma permanente su esposa, el abogado hawaiano Matt King (George Clooney) tiene la misión de unirse con sus dos hijas, comunicar a sus amigos la tragedia y encontrar al amante de su esposa a la vez que dar la decisión final si desea que un terreno que heredó él y sus primos se convertirá en un complejo turístico o en un tesoro para los nativos hawaianos.
Por mi edad no había coincidido con Alexander Payne (Entre Copas, A propósito de Schmidt) hasta éste momento, convirtiéndose en un referente para el futuro y para su pasado personalmente. Lo que es una historia que puede caer en lo cursi es excelentemente llevada por Payne en un guión de él, Nat Faxon, y Jim Rash basado en la novela homónima de Kaui Hart Hemmings donde una familia un tanto disfuncional en una situación totalmente trágica pero tratada de una forma satírica y reflexiva es muestra de los valores familiares y las herencias que nuestros ancestros nos legan tanto material como fisiológicamente, lográndonos arrancar una que otra sonrisa y a los más sentimentales una lágrima, quizá el tratamiento queda tan bien por el contexto en el que es realizado, un Hawaii alejado del cliché de isla fiestera y tradicional y que es advertido desde que la voz en off del personaje interpretado por Clooney nos cuenta su vida, una historia que normalmente en el cine es llevada en contextos más citadinos y fríos. Esta historia que desde su origen literario es un tanto diferente, es también una peculiar road movie donde vamos encontrándonos cada vez con personajes de todo tipo. En los aspectos técnicos podemos decir que es un trabajo muy correcto visual y sonoramente con escenas muy bien planeadas y algunas memorables, ésto por sus reales fortalezas: El guión y la dirección de actores.
El reparto es exquisito, todos brindan un papel muy convincente. George Clooney se encuentra en uno de los papeles más entrañables de su carrera (a mi parecer junto con el de Amor sin Escalas) y al igual que Shailene Woodley y Amara Miller (que son dos talentos a seguir), logran canalizar en sus expresiones y diálogos el peso de las situaciones por las que están pasando, situaciones de devastación y superación con algo de esperanza, todo esto con una casi perfección histriónica, sin llegar a robar cámara. Es igualmente un gusto encontrarnos con Robert Forster y Beau Bridges y es notable que Matthew Lillard ha realizado un papel maduro en su conocida carrera.
La fotografía del griego Phedon Papamichael es como dije antes un trabajo correcto pero no memorable, dotado de una paleta de colores azules y verdosos denotando lo que pasan los protagonistas y con tomas regularmente fijas y abiertas. La edición de Kevin Tent logra desarrollar un ritmo muy bien llevado a lo largo del metraje.
La música de la cinta es un conjunto de música tradicional hawaiana donde se pueden recordar temas como Hawaiian Skies de Jeff Peterson, Wai Hu'ihu'i O Ke Aniani de Gabby Pahinui o Deep in an Ancient Hawaiian Forest de Makana, añadiéndole un valor mayor al Hawaii de la cinta.
Es un nuevo tipo de viaje al Hawaii cinematográfico en una muy emotiva cinta tragicómica llevada con un excelente trabajo de dirección y redacción de Payne y un estupendo trabajo actoral. Esta podría ser la película contemporánea estadounidense del año pasado.
Calificación:
1 comentario:
Ya la he visto un par de veces en el cine y no deja de parecerme excelente, me encantó su originalidad y la ambientación, además de su tono tragicómico, algo en lo que Payne ya ha demostrado ser un experto en sus anteriores films, aunque su mejor película me sigue pareciendo "Sideways".
Ojala obtenga el Oscar a mejor guión adaptado, y por que no, Clooney a mejor actor.
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