miércoles, 2 de junio de 2010

Una mujer de Paris: Impresionante melodrama infravalorado.


Película: Una mujer de Paris (A Woman of Paris, EUA, 1923)
Director: Charles Chaplin
Actores: Edna Purviance, Carl Miller, Adolphe Menjou, Charles K. French, Betty Morrissey.

Crítica: Esta película probablemente no sea del agrado de muchos pues no es algo convencional de Chaplin, pero no hay que negar que es una gran cinta dramática.
Marie St. Clair (Edna Purviance) es una jovencita francesa que planea con su novio Jean (Carl Miller) ir a Paris a casarse y vivir en aquella ciudad. El día de la partida, Jean no lo podrá hacer pues su padre acaba de morir. Al no enterarse de ello, desilusionada Marie parte hacia Paris. Un año después Marie es amante de un ricachón (Adolphe Menjou) y vive en las comodidades y el glamour; pero cuando se da cuenta que Jean ahora vive en Paris la vida de ambos tomará un rumbo distinto.
Después de haber realizado El Chico, Chaplin demuestra de nuevo su maestría a través de la realización de este intenso drama con un guión de él muy bien hecho, con una historia atrayente que además nos habla sobre la hipocresía y los estereotipos en un mundo de burguesía, unos personajes muy bien delimitados y haciendo un tributo al cine mudo europeo confirmando su talento, pues el drama y la comedia son dos de los géneros más difíciles de convencer. La cinta no tuvo una recepción en taquilla como era lo esperado probablemente porque no actuó Chaplin (hace un pequeño Cameo pero no cuenta), por lo que Chaplin vio que el público lo quería de los dos lados de la cámara, aunque creo que con esta cinta logró una mayor madurez profesional de la que tenía.


Las actuaciones son muy buenas: Edna Purviance, en un papel protagónico (y el último que realizaría con Chaplin por problemas personales) realiza una actuación sobria y creíble, sin llegar a sobreactuarle, como lo sentí en algunos trabajos posteriores con Charlie; Carl Miller también crea bien a su personaje aunque creo que el debió sobreactuar más; Adolphe Menjou es el que roba cámara cada vez que aparece, es la actuación más fuerte de la cinta aunado a la forma de ser del personaje. El resto del cast lo hace bien.
La dirección de fotografía de Roland Totheroh y Jack Wilson sigue evolucionando en los trabajos de Chaplin, pues a través del mayor uso de primeros planos y planos a detalles, dándole un mayor sentido expresionista.
La música compuesta como es común por Chaplin es efectiva para el drama aunque es algo repetitiva, pero tomando en cuenta que en la mayoría de las cintas mudas sucede lo mismo no es un problema real.
Chaplin demuestra su evolución con este gran melodrama que más gente debería ver.

Calificación:


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