sábado, 25 de septiembre de 2010

Sed de Mal: Polémico retrato de la injusticia.

Película: Sed de Mal (Touch of Evil, EUA, 1958)
Director: Orson Welles
Actores: Charlton Heston, Janet Leigh, Orson Welles, Joseph Calleia, Akim Tamiroff, Marlene Dietrich.

Crítica: Tres minutos nos bastan para que Orson Welles nos atrape en este gran film noir.
Miguel Vargas (Charlton Heston) es un policía mexicano que se encuentra con su recién casada esposa estadounidense Susan (Janet Leigh) de luna de miel en un poblado de la frontera. Ambos son testigos del estallido de la explosión de un auto, en el que se encontraba un importante criminal relacionado con las ventas de drogas. Miguel deberá trabajar con Hank Quinlan (Orson Welles), un misterioso policía de la zona, para así encontrar al culpable de la explosión, que apunta a una gran red de crímenes y corrupción en el que la policía se encuentra inmiscuida.
Al igual que El Extranjero, Welles vuelve a darnos una impactante cátedra de realizar Cine y en el genero que mejor se explaya, el film noir. Como dije en la introducción, los primeros tres minutos, un plano secuencia de esa duración en el que se introducen a los personajes y al pueblo fronterizo son la muestra que los siguientes 108 minutos valdrán totalmente la pena con una historia basada en la novela de Whit Mastersone atrapante de principio a fin con personajes muy interesantes y complejos, una reflexión sobre las barreras sociales de México y Estados Unidos, un gran retrato de la injusticia y la corrupción; todo esto en una producción impecable en los aspectos visuales e histriónicos. Lo malo de este filme no es algo que hizo Welles sino lo que hizo Universal, al momento de su estreno modificaron el montaje eliminando la esencia del filme; por fortuna, a fines de los 90's se volvió a montar el filme con lo que estipulaba Welles; esto es una lástima, pues la película pudo haber tenido el valor que tenemos ahora de ella desde su estreno y donde la nariz de los productores arruinan las películas en otros casos como Érase una vez en América.



Las actuaciones de los protagonistas no decepcionan en lo absoluto: Charlton Heston físicamente pero no vocalmente se transforma en mexicano, esto no afecto a que su personaje fuera creíble; Orson Welles con Hank Quinlan le da al séptimo arte a uno de los policías villanos más memorables, un personaje intenso que infunde en el público un inmenso odio y desconfianza hacia él; Janet Leigh igualmente nos regala además de su belleza una convincente interpretación. Quien roba cámara es Marlene Dietrich con un personaje lleno de sensualidad, respeto y misterio.
La dirección de fotografía de Russel Metty es más que sobresaliente y catedrática, el manejo de la cámara logra tenernos como testigos de las acciones en la película, además que con una tonalidad de blanco y negro muy contrastante nos introduce al mundo de misterio y crimen sucio de aquel poblado.
La música de Henry Mancini es buena y nos remite a la música de los film-noir de finales de los cincuentas, como una mezcla de música de cabaret de la época, jazz e instrumentos de viento y percusión que le dan un entorno exuberante al criminal del filme, aunque podría decir que en ocasiones es algo ruidoso, por lo que este podría ser el defecto principal de esta cinta junto con el acento de Heston.
Es una película que recomiendo sin lugar a dudas y que motiva a seguir analizando la filmografía de este visionario autor.

Calificación:


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