Director: Nicholas Ray
Actores: James Dean, Natalie Wood, Sal Mineo, Jim Backus, Ann Doran, Corey Allen, Dennis Hopper.
Crítica: El gran clásico de Hollywood que originó el mito de James Dean es una película de la que esperaría más por todos sus comentarios, aunque no hay que negar su excelente manufactura.
Jim Stark (James Dean) es el chico nuevo de la ciudad, sus padres se acaban de mudar ahí por los líos en los que se mete él. Ahora Jim tiene la difícil tarea de acoplarse a una nueva ciudad con nueva gente y tener nuevos amigos, aunque las circunstancias son algo adversas pues para lograrlo deberá pasar por una serie de riesgos que pondrán en juicio su estancia ahí y en peligro su vida.
Basandose en el libro Rebel Without A Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath del psiquiatra Robert M. Lindner; Stewart Stern, Irving Shulman y Nicholas Ray escriben, y este último dirige una película con un interesante análisis a la adolescencia, una gran época pero en la que la identidad y los sentimientos son puestos a prueba más de una vez y algunas con consecuencias más que peligrosas y que en esa época fue una etapa muy difícil por los cambios de ideas sucedidos en los cuales no concordaban entre padres e hijos provocando fuertes problemas en los jóvenes. El filme en sí es excelente y contiene escenas magistrales como la del duelo de autos el cual es una combinación de acción y suspenso magníficos, aunque creo que el título del filme da a desear algo más impactante que lo mostrado en la película. Lo interesante de esta película es que actualmente no se podría decir que su temática esta pasada de moda y por eso todo el éxito que se le ha rodeado aunque creo que se le ha exagerado un poco más.
Las actuaciones son impecables en general: James Dean, en el segundo y penúltimo filme que protagonizaría (una película más tarde ya no se encontraba entre nosotros pues murió en un accidente al terminar Gigante) realiza una interpretación magnífica, pues logra sintetizar ese joven con una complejidad psicológica entre si seguir sus ideales o los de los estereotipos. Natalie Wood realiza igualmente un muy buen papel que posee los mismos dilemas que Jim. Pero el que se lleva las palmas en actuación es Sal Mineo con un personaje de lo más intenso, y que lo logró materializar. También vale destacar a Corey Allen y Dennis Hopper.
La fotografía de Ernest Haller es muy bien llevada, realiza tomas con muy buenos ángulos y movimientos y un warnercolor muy bueno para la época. Tiene varias escenas que son cátedra de fotografía cinematográfica, aunque es lógico que el mismo fotógrafo de Lo que el viento se llevó realice excelentes trabajos.
La música de Leonard Rosenman es buena, aunque no muy destacable pues es prácticamente las mismas composiciones para toda la película.
Es un excelente filme que definitivamente recomiendo, sin embargo, la considero un poco sobrevalorada.
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