Heli (México, 2013)
Crítica: Tal como Rossellini o Visconti, Amat Escalante lleva con Heli, un retrato neorrealista de la sociedad de su país, una realidad latente y sin tapujos.
Director: Amat Escalante
Heli, un joven no mayor de 20 años que trabaja en una fábrica ensambladora de autos, vive junto a su esposa, su bebé, su padre y su hermana de 12 años Estela, quien está enamorada de Beto, un cadete de policía. Un día llega la oportunidad de que Estela y Beto cumplan su sueño de casarse y escaparse. Dicho sueño adentra a la familia de Estela y Heli a un laberinto de violencia del que les será muy difícil salir.
El realizador guanajuatense Amat Escalante nos tiene acostumbrados a un cine complejo y violento a través de historias simples, que ha despertado interés sobre todo internacional por su particular visión cinematográfica. Heli quizá en los esquemas cinematográficos es su cinta más accesible aunque la trama y varias de las escenas no lo son para todo el público. Heli muestra de mano de una familia común y corriente el México de los últimos años, sobre todo el del reciente sexenio de Felipe Calderón, invirtiendo el slogan de la anterior administración y planteando en dos palabras una ironía, "Mejor vivir". Los problemas de la guerra contra el narco con sus diversas caras tanto para los que supuestamente nos brindan seguridad como para los criminales, la desigualdad social, falta de oportunidades, de educación, nos evidencia a través de niños que torturan como si jugaran videojuegos o personas que no tienen confianza de rebelar información a las autoridades aquella radiografía de un México lastimado, fracturado. Esta fractura se muestra a través de escenas crudas y algunas imborrables, con un ritmo pausado como la vida misma o el avance de alguien que no tiene posibilidades de correr.
El guión de Amat Escalante y Gabriel Reyes y la dirección del primero hacen que la violencia tenga una justificación, forme parte de la historia, una violencia artística, no estilizada (como cintas actuales de la misma temática como El Infierno o Miss Bala) y francamente ligera en comparación con lo que sucede en la vida real. Lo que hablé con varios después de la proyección en el Guanajuato International Film Festival fue que la polémica que se mencionaba en Cannes fue demasiada para lo visto en pantalla, y es ahí donde nos preguntamos si los mexicanos lamentablemente nos estamos acostumbrando a ese tipo de escenas. Como el mismo Escalante decía, esperemos que México no se acostumbre a sufrir.
Técnicamente hablando, Escalante cumple con creces su labor tras la cámara al lograr que a través de una linea argumental muy simple, una violencia justificada, escenas estupendamente planeadas, un ritmo pausado pero tenso a través de la editora Natalia López y actores no profesionales en su mayoría, el largometraje no decaiga en ningún momento y logre su propósito.
Las actuaciones en su mayoría son cumplidoras, a pesar que salvo Armando Espitia, nadie tuviera una práctica histriónica anterior, el elenco realiza una interpretación realista de sus personajes aunque en algunas ocasiones con falta o ligero exceso de sentimiento que ni el mejor director podría solucionar, nada que demerite a la cinta. El peso del trío protagonista (Espitia, Andrea Vergara, Juan Eduardo Palacios) respecto a sus interpretaciones es bastante y salen bien librados.
A través de una paleta de colores amarillas, con un tono seco, el director de fotografía Lorenzo Hagerman filma en un tono documental y en momentos voyeurista un Guanajuato pocas veces visto en la pantalla grande, desierto y violento, con tomas con poco movimiento, como si fuésemos testigos de lo que le acontece a Heli y Estela. La cinta no cuenta con música mas que incidental y en los créditos el tema setentero "Esclavo y amo" del grupo peruano-mexicano Los Pasteles Verdes, que dota de un aire western, nostálgico de tiempos donde era "Mejor Vivir" y que finalmente nos recuerda que el filme es una trágica historia de amor.
Gran ganadora del festival de Cannes con el premio a Mejor Director para Amat Escalante (y entregado por Steven Spielberg), Heli es una película que debe verse con intereses reflexivos más que de entretenimiento, que no deja satisfecho sino perplejo, la película mexicana obligada del 2013, un mordaz reflejo de nuestros tiempos modernos.
Gran ganadora del festival de Cannes con el premio a Mejor Director para Amat Escalante (y entregado por Steven Spielberg), Heli es una película que debe verse con intereses reflexivos más que de entretenimiento, que no deja satisfecho sino perplejo, la película mexicana obligada del 2013, un mordaz reflejo de nuestros tiempos modernos.
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