Película: Marnie (EUA, 1964)
Director: Alfred Hitchcock.
Actores: Tippi Hedren, Sean Connery, Diane Baker, Martin Gabel, Louise Latham, Alan Napier.
Crítica: Después de Los Pajaros, Hitchcock realiza un filme en el que Hitchcock entrará en una nueva nueva etapa, ese filme es el de Marnie.
Marnie Edgar (Tippi Hedren) es una bella mujer que para sobrevivir toma otros nombres y entra a trabajar a empresas para un día robar la caja fuerte y huir. Tras su último golpe en la empresa del señor Sidney Strutt (Martin Gabel), Marnie entra a la empresa de Mark Rutland (Sean Connery), con quien comenzará a formar una relación, y donde Mark identificará en la mujer un muy fuerte problema psicológico de su pasado que la afecta actualmente.
Con este filme Hitchcock logra darle un poco más de libertad al filme en comparación con otros en que las referencias sexuales no eran tan explicitas como aquí, dando un enfoque mucho mayor que antes al sexo usándolo y justificándolo a través del psicoanálisis freudiano haciendo una reflexión sobre el aspecto instintivo del ser humano (su parte animal) y al igual que en Psicosis y en muchas más de sus películas nos habla sobre los traumas del pasado a lo largo de todos sus personajes, y Hitchcock lo reafirma todo esto tomando este filme como uno de misterio sexual. Con un guión de Jay Presson Allen basado en la novela homónima de Winston Graham, Sir Alfred Hitchcock crea una película con escenas muy bien realizadas (me quedo con el flashback del final), y no es necesario recalcar lo grandioso que es este cineasta, pero siento que en este filme dejó algo a deber, un poco de emoción catártica en el espectador por lo que podríamos tomar como un filme mediano para este autor pero que en manos de cualquier cineasta resultaría mucho mejor.
Las actuaciones principales son estupendas: Tippi Hedren, cuyo papel recaería primero en Grace Kelly pero por complicaciones reales (ya era princesa de Monaco) no pudo participar, y que aunque a lo largo de la producción tuvo problemas con Hitchcock lleva muy bien su papel que probablemente mucha gente lo tomaría algo increíble, pero Hedren logra imprimirle la mayor naturalidad posible; Sean Connery, recién bautizado como James Bond nos retoma al lado del psicólogo en el filme (y Hedren la paciente) con un personaje muy atractivo por su forma de ser que a algunos agrada y a otros nada. Del resto del cast también destacarían Diane Baker y Louise Latham que es muy bien caracterizada en cuanto a maquillaje.
La dirección fotográfica de Robert Burks sería la última colaboración de este con Hitch pues después moriría en un incendio rompiendo uno de las mayores colaboraciones de alguien del crew con Hitch (trabajo en todas las películas desde Pacto Siniestro hasta Marnie salvo en Psicosis); pero volviendo a su trabajo en esta cinta se hace un homenaje a varias de las tomas más emblemáticas de Hitchcock adaptándola a un contexto de tonos verdosos donde lo rojo se usa para mostrar lo patológico en Marnie, un trabajo más que estupendo y una pena el fin de Burks.
La música de Bernard Herrmann, que también sería la última colaboración con Hitch por algunos problemas, realiza un soundtrack con una gran tensión romántica-sexual con una pieza más que hermosa que es adaptada a varias escenas del filme; igualmente es una pena que fuera su ultima colaboración pues lograron grandes cosas en la música del cine.
A destacar también la edición de George Tomasini que le imprime un gran ritmo al filme con las distintas tomas favoreciendo a un muy buen resultado en pantalla, poco después moriría de un infarto, por lo que también sería su última participación con Hitchcock.
Terminando esto es más que claro que este sería el fin de la etapa clásica de Hitchcock en una excelente película que no es la mejor de su filmografía, pero que es más que recomendable verla.
Calificación:
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